Friday, July 22, 2011

Y que si me falta inspiración?

Si, es verdad, luego de más de un año, he decidido volver a escribir.

Pero ahora me encuentro atado, en un punto en el cual no encuentro tema oscuro que me apetezca. No se que ha pasado. Mis momentos son diferentes. Mis ímpetus se han calmado. Mi vida se ha vuelto cómoda, fácil.

Y es que la mente se adormece cuando todo va bien. El alma se esconde tras las comodidades y el estómago se vuelve flexible a las incertidumbres ajenas. Soy menos visceral ahora. Mas frío, mas lógico, mas calmo, mas prudente. Me he llenado de vicios tales.

Y no es un vicio la prudencia, que no permite expresar de manera directa lo que se siente o lo que se piensa? No es desagradable la luz, cuando luego de haberla buscado tanto, ésta es encontrada y vuelve todo quieto?

Extraño la oscuridad que me mantenía en permanente búsqueda. Necesito esa pizca de dolor que me mantenía despierto. Me hace falta ese toque de abandono que me ponía en la agradable posición de ver el mundo desde fuera. Y, claro, he perdido también la mordacidad con la que antes me abalanzaba sobre mis enemigos.

Y es que ya no tengo enemigos. Ellos, rendidos están ya. Al abatirles he perdido yo también, pues soy un guerrero sin lucha, gladiador sin arena. Un mendigo de emociones, dedicado a contar los días, en permanente espera de un reto.

Los comunes envidian mi comodidad. Los mas, me felicitan. Pero los menos saben que no es correcto detenerse. Los diferentes entienden que el combatiente, sin su combate, está condenado a morir. Los locos también me apoyarán, si digo que, lejos de mis problemas, tullido me siento.

Y que si me falta inspiración? No se supone alegre esta vida que llevo? No se considera envidiable al hombre sin enemigos? No se debería sentir bien, la alegre comodidad de la paz?

Pero me falta inspiración. Ese es el punto.

Me falta inspiración porque me sobra tranquilidad. Me falta fuerza porque me sobra comodidad. Me falta musa, me falta dolor, me falta algo contra que pelear, un motivo para moverme, un enemigo que me ayude a crecer.

Me falta inspiración? Si. Y qué? Si se supone que eso me haría feliz.

Pero no me trae contento. Atrofiado me siento. Demasiado cómoda es mi cama. Extraño la arena.

Habrá que buscar enemigos, de esos, tomaré los más públicos y comunes, mientras entro en calor. Ya no serán mis propios conflictos contra los que pelee; buscaré batalla entre los públicos adalides.

Mis miedos, vencidos están. Colaboraré contra los miedos de mis vecinos. Contra quien dirigiré mi espada? Un político? Un escritor? Un opinador? Una institución pública? Un paradigma?

Veamos, quien ofrece su campo para una pelea desinteresada.

Esperemos, que alguno de estos me permita mantener activo este blog.

Wednesday, June 29, 2011

La hora de volver

Para mis lectores, si tengo alguno, o si alguno queda, traigo la no se que tan buena idea de volver a escribir.Y aqui voy de nuevo.

Hora es, de volver ya, pues tus insinuaciones no han hecho mas que reservar en mi el ánimo de plasmar estas letras. si bien he necesitado de un año para organizar de nuevo mis bestias, si bien he necesitado de varios meses para hacerme de nuevo a mis armas, he vuelto.

Aqui me tienes de nuevo, cubriendo mi desnudez con textos. Ahorcando tu cadáver con medios sueños.

Pude haber cambiado. Si. Y cambié. Cambié mucho. Soy el cadáver de tu novio que ha resucitado, no para cubrirte de besos como antaño, sino para perforar tus cavidades con hiel.

Traigo sobre mis hombros dos niños, que llevan en sus venas el magma que en mi mismo hierve. Ellos harán el trabajo por mi. Se encargarán de purgar tus gusanos y de perfumar tus huesos. eso harán durante buen tiempo, pues les has hecho creer que te aman, pero al final, luego de no poder más con tus alimañas, y hostigados de tu hedor, mirarán con desprecio el cadáver que ahora engalanan.

Es por eso que he decidido resucitar, pues el cadáver que creaste en mi no era agradable a los niños. Aunque llegué a ser príncipe en los infiernos, prefiero ser esclavo de los párvulos.

Mis nuevos amos me gobiernan. Ellos son, ahora, quienes disponen en mi vida. Esclavo soy. No mando, ni dispongo, ni actúo con voluntad. Todo cuanto en mi cuerpo se mueve es por mandato de mis amos.

No escribiré más esta vez. Puesto que este escrito es mi último acto de voluntad, lo uso solo para darles a conocer que, de hoy en más, dejé de ser amo de demonios para convertirme en esclavo de infantes. No sé que tipo de cosas me obliguen a escribir. No puedo calcular las dimensiones de mi nueva calidad.

He de decir, nada más, que a quienes mis demonios hayan herido, pues bien merecido lo deben de haber tenido. A quienes mis esbirros hayan beneficiado, espero hayan aprovechado.

He vuelto digo; pero ya no soy yo mismo, sino mis niños, que aunque son mios, ahora me poseen.

Preparaos para lo que haya de llegar.