Había una vez, un hombre, no se sabe que tan sabio, pero tenía un pan.
Con una jauría de perros hambrientos se encontró. La jauría bien puede matar al hombre por su pan. Mordieron al hombre por su pan. El pan les entregó. Dos de ellos engulleron el pan.
Sin pan el hombre, sin pan los perros. Al hombre mataron los canes. Cuatro de ellos, satisfechos.
Sin pan el hombre, sin pan los perros, sin hombre los perros, pocos satisfechos: con hambre los mas.Sin hombre los muchos, sin hambre los pocos.
Los muchos mataron a los pocos. Menos se satisfacen. De entre los muchos nacen nuevos pocos.
Sin pocos los muchos, sin hambre los nuevos pocos, los aún muchos matan a los nuevos pocos. Y aún menos se satisfacen, y mueren nuevamente en las fauces de los todavía muchos que se van convirtiendo en menos: se transforman en pocos.
Recordemos: los pocos mueren, los muchos matan, pero no calman su hambre.
Recordemos: al principio, alguna vez, hubo un hombre. Hoy, solo muchos perros quedan.
Por pan, extinto el hombre. Por perro, muerto el perro.
Amigos, esto es lo que llamamos "lucha de clases": el motor de la evolución social. De la sociedad de los perros.